El fascinante mundo de las onomatopeyas

La verdad es que en interpretación simultánea, rara es la ocasión en la que tenemos que interpretar una onomatopeya (esa ardua labor se la dejo a traductores y especialmente a los de comic), pero casualmente la semana pasada tuve que soltar un ¡cataplum! (crash) y un ¡uy! (en lugar del omnipresente y mal empleado oops!).

Ono4

El lenguaje es la herramienta de comunicación más sofisticada de la que disponemos, y la onomatopeya es sin duda una de las primeras manifestaciones de comunicación lingüística desarrollada por el hombre. Se trata de una categoría de interjección emitida para simular un sonido, en particular asociado a un animal, a un objeto o incluso a conceptos más abstractos.

La DRAE admite ya un sinfín de onomatopeyas, como achís (estornudo), cataplum (ruido, explosión o golpe), chis (para imponer silencio), chischas (ruido de las espadas al chocar unas con otras), clic (al apretar el gatillo de un arma, pulsar un interruptor, etc.), frufrú (roce de la seda u otra tela semejante), gluglú (ruido del agua al sumirse por el desagüe), paf (ruido que hace una cosa al chocar contra algún objeto), pum (ruido, explosión o golpe), runrún (zumbido, sonido continuo y bronco), tictac (reloj), tras (al llamar a una puerta con pequeños golpes con los nudillos), tris (leve sonido que hace una cosa delicada al quebrarse) o zis –o zas– (ruido de caída o golpe).

Mención aparte merecen las voces de animales que como cualquier otra onomatopeya responden a la convención particular de cada lengua y por tanto varían según el idioma. Y si no, basta una visita a la curiosa página de onomatopeyas del mundo, bzzzpeek, para quedarnos gratamente sorprendidos.

Y, por supuesto, conviene tener siempre, muy a mano, la inestimable lista de onomatopeyas recopiladas por José Martínez de Sousa y una relación de verbos que indiquen voces o sonidos de animales (que de paso nos hará imbatibles en el Trivial):

Abeja: Susurrar, zumbar
Alondra: Trisar
Asno: rebuznar, ornear, roznar
Becerro: Berrear
Borrego: Balar
Buey: mugir
Búho: Ulular, chuchear
Burro: Rebuznar
Caballo: Relinchar, resoplar, bufar
Cabra: Balar
Cabrito: chozpar
Canario: Gorjear
Carnero: Balar
Cerdo: Gruñir, guarrear
Chacal: aullar
Ciervo: Rebramar, roncar, bramar, berrear, balar
Cigarra: chirríar
Cigüeña: Crotorar
Cisne: Voznar
Conejo: Chillar
Cordero: balar, chozpar
Cotorra: Hablar, carretear
Coyote: Aullar
Cuervo: Graznar, crascitar o croscitar, voznar, urajear, grajear
Elefante: Barritar, berrear
Gallina clueca: Cloquear
Gallina: Cacarear, cloquear, clocar
Gallo: Cantar, cacarear
Gamo: balar, gamitar, roncar
Ganso: Graznar, grajear, urajear, voznar
Gato en celo: Marramizar
Gato*: Maullar, mayar, miar, miagar, bufar, ronrronear
Golondrina: Trisar
Grajo: graznar, grajear, croajar, crocitar
Grillo: Grillar, chirriar
Jabalí: Arruar, rebudiar, gruñir, guarrear
Jilguero: Gorjear
Langosta: Estridar
León: Rugir
Liebre: Chillar
Lobo: Aullar, ulular, guarrear, otilar
Loro: Hablar
Mochuelo: ulular
Mono: chillar
Mosquito: Zumbar
Mula: Rebuznar
Oso: gruñir
Oveja: Balar, balitar, balitear
Pájaros: Trinar, piolar, gorjear, gorgoritar
Paloma: Zurear, arrullar, gemir
Pantera: Himplar
Pato: Parpar, titear, gritar, graznar
Pavo: Gluglutear, vocear, titear
Perdiz: Cuchichiar o cuchichear, ajear, titear, serrar
Perro**: Ladrar, aullar, arrufar, gruñir, gañir, regañir, latir, regañar
Pollito: Piar, piolar, piular, pipíar
Rana: Croar, groar, charlear
Ratón: chillar
Ratón: Musitar
Rinoceronte: barritar
Ruiseñor: Gorjear
Sapo: Croar
Serpiente: Silbar
Toro: Mugir, bramar, bufar, aturnear
Tórtola: Gemir, arrullar
Urraca: Graznar
Vaca: Mugir, remudiar, bramar
Yegua: Relinchar
Zorra: Tautear, chillar
Zorro: aúllar, guarrear

*El gato, bufa cuando hace “fu”; maúlla cuando, siendo adulto, da maúllos o maullidos; maya cuando, siendo joven, da maídos; miaga o mía cuando dice “miau” o “mío”.
**El perro arrufa cuando gruñe e hincha el hocico al tiempo que enseña los dientes, o regaña (de regañir) cuando lo maltratan, o regaña (de regañar) cuando demuestra saña, sin ladrar y mostrando los dientes o, finalmente, late cuando ve o va siguiendo la caza.
Vía: Profesor en línea

8 comentarios en “El fascinante mundo de las onomatopeyas”

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